Sunday, April 27, 2008

Leer/estar, en ciudad

Caminar por una calle de Manhattan, o de donde vivas si vives en un area urbana, implica estar inmerso en un tipo de espacio donde hay letras, donde hay cosas que se pueden leer, y que están por lo general orientadas hacia tí en tanto posible lector.

La cantidad de texto legible disponible en un area puede variar enormemente, y si estás en una 'ciudad global' (y la lista se extiende) los idiomas en que están escritos los rótulos, tablillas, hojas sueltas, camisetas, menús, también pueden variar bastante. Así como las cualidades 'físicas' del texto mostrado: tamaños, colores, tipo de superficie en que está escrito, cantidad de letras, una palabra parpadeando en luz de neón, un párrafo fotocopiado en una hoja de papel pegada en un poste.

La experiencia de moverse por la ciudad (y ciudad aquí implica cierta densidad poblacional y un nivel de circulación de gente, cosas-mercancías y vehículos, y la presencia potencial de gente que 'no es de ahí', gente que está de visita o de paso o que vive ahí pero se trajo su sitio de origen consigo) implica entre muchas otras cosas encontrarse con textos que en principio podría detenerme a leer. Y que por lo general no leo. O que otros al menos podrían leer. Pero por lo general no leen.

El ciberespacio también provee una experiencia de 'tránsito' y de lectura y al menos metafóricamente de pasarle por el lado a texto que no me detengo a leer. Claro que la palabra 'espacio' en ciberespacio, y la palabra tránsito no significan exactamente lo mismo que espacio y tránsito en la ciudad, pero aquí no hay que meterse en una discusión muy complicada sobre qué tipo de espacio es uno o el otro. Desde el punto de vista de lo que yo estudio es suficiente decir que el llamado ciberespacio sí constituye una expansión del espacio urbano, o al menos de la experiencia de lo urbano entendida como la entendía Lefebvre en 'El derecho a la ciudad' como una forma que se orienta hacia la experiencia de la Simultaneidad.

Y: de paso, al sumarse al espacio urbano entendido así de preliminarmente, el ciberespacio aumenta enormemente la cantidad de texto que forma parte de la ciudad o al menos de la experiencia de estar en una ciudad.

Entonces, si estás en un campo recóndito y estás conectado a la internet estás en ciudad? Qué tal si estas en un campo recóndito y estás leyendo un libro? Al menos en un sentido provocativo, sí.

Lo que yo quiero decir en términos simples es que en el contexto geohistórico y tecnológico contemporáneo cada vez más, estar en ciudad se parece a sentarse a leer y que cada vez más leer se parece a moverse por la ciudad. Estoy haciendo un estudio sobre la geografía de la escritura y la lectura 'pública' en el contexto de las llamadas ciudades globales. La parte empírica de mi estudio la estoy haciendo en la parte noreste de Manhattan, donde vivo.

Wednesday, April 23, 2008

Inicio

Hace diez años, en marzo de 1998, empecé esto. Estaba tratando de definir el tema de mi tesis de maestría. Y luego de muchas vueltas, de buscarle fundamentaciones teóricas y consecuencias políticas a la poesía concreta, y de intentar establecer un 'domain' que tuviera que ver con imágenes y palabras y poesía y teoría estética y espacio urbano y ideología, y que pudiera justificarse como tesis en un programa de psicología social (Universidad de Puerto Rico, Río Piedras), se me ocurrió que lo que quería era bregar con:

La palabra escrita como cosa en el espacio.

En qué medida y de qué forma podía la escritura ser entendida como cosa, como una cosa más entre las otras muchas que hay en el espacio de una ciudad, y qué podía eso decirnos sobre el espacio social en general? Cómo se relacionaba el rótulo en la calle con las palabras que leo en el monitor o que escribo en el teclado? Mala idea. Me había tomado un año llegar ahí y me tomó casi tres acabar de escribir esa tesis. En diciembre de 2000 la defendí. Y en septiembre de 2002 empecé en el programa de Psicología Ambiental de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY). Con el mismo tema.

Ahora es abril de 2008, estoy en medio de mi trabajo de campo y mi disertación, y comienzo este blog. Mi investigación tiene que ver con el rol cambiante de la escritura y la lectura en el espacio social contemporáneo, así que un blog parece un tipo de medio apropiado para presentar los hallazgos y las ideas. Tiene que ver con el contenido de la investigación y es parte del dominio estudiado. Además paso tanto trabajo cuando me preguntan en qué estoy haciendo mi tesis que está genial poder contestar esa pregunta con una dirección cibernética. Esto me va a ahorrar esos bochornos. O simplemente los va a posponer. Aumentar? En fin, estoy feliz de haberme decidido a empezar esto que he pospuesto tanto.

En este blog voy a publicar pedazos de un texto que he estado escribiendo por decir durante 10 años. Quería que fuera un libro, y quizás lo sea luego, pero por ahora me quita mucha ansiedad el saber que ya las ideas quedan puestas ahí afuera, disponibles en principio para que cualquiera las pueda alcanzar.

También voy a mantener un registro de lo que estoy haciendo en mi trabajo de campo (lo que pueda comentar sin meterme en problemas con la junta interna de revision), y pienso esbozar, tantear, pulir, filtrar, ajustar, probar, debatir, contrariar, ridiculizar, descartar, reciclar, y finalmente dejar vivir en paz aquí todas las oraciones que formarán parte de mi disertación.

Voy a intentar mantener el blog en español y en inglés, pero no me hago ilusiones con tenerlo todo en bilingüe.

Vivo en Nueva York desde 2000. Y antes de eso en Puerto Rico. Tuve unos maestros de siete pares en la Universidad de Puerto Rico, facultades de Ciencias Sociales y de Humanidades, y vivo orgulloso de haber estudiado allí. Mis maestros en el Graduate Center de CUNY no están para nada mal tampoco.


Las entradas del blog, espero, tratarán sobre ESCRITURA y ESPACIO, y no sobre mí. Me salgo del medio no por un objetivismo anticuado y recalcitrante sino por un objetivismo tranquilo y opcional, y un poco pudoroso. Y la idea de que las ideas sobre las que trataré ameritan toda la atención.